Su recuerdo sigue pegado en tu almohada. Cada lágrima que se resbala por tu cara te escuece más que la anterior, sin dejar cicatrizar las heridas de tu corazón. Buscas angustiado su perfume en cada rincón de tu malgastado colchón. Tu habitación, ya vacía de recuerdos de vuestro amor, está más inhóspita que nunca. El olor a cigarrillo se ha afincado en tus cortinas, amarillentas como tus dientes a causa de la nicotina. Vas en un tren descontrolado hacia la locura, donde tu única compañía será su recuerdo y tu agonía.
Es un texto precioso, a pesar de que el tema es oscuro y doloroso, suena hasta poético y puro.
ResponderEliminarMe ha encantado el fragmento, la verdad es que adoro como escribes y creas magia con las palabras.
ResponderEliminarUn besazo <3
Hola Sweetly! Es precioso ese fragmento. Encontramos otra mujer que le pone el pecho a las balas. El olvido siempre parece eterno, pero no lo es. ;) Fuerza!
ResponderEliminarNos quedmaos por aqui esperando más de ti.
Te esperamos por nuestro nuevo espacio. un beso ♥
Conviertes el dolor en poesía, me encantó. Un besito
ResponderEliminarVaya.. me encanta tu blog! Escribes genial y expresas muy bien todos esos sentimientos. Tengo un problema con mi blog pero en cuanto lo solucione te sigo.
ResponderEliminar-http://inacorneroftheworld.blogspot.com.es/
Y cómo duele la agonía, el recuerdo de un tiempo mejor, con sabor amargo y a cigarrillo.
ResponderEliminar<3
Miss Carrousel
¿Y cuándo no es eterno el olvido? Es como si se negara a abandonarnos, haciendo del desamor la peor de las tragedias. Nunca entenderé por qué es tan duro el olvido y, en ocasiones, tan corto el amor.
ResponderEliminarUn beso!
Triste pero especial, tiene un toque que no mucha gente consigue crear. Me gusta mucho el detalle de rima a lo largo del texto.
ResponderEliminarSimplemente precioso.
Bailando con el viento en http://albordedetucama.blogspot.com.es/
M.
Me ha gustado mucho este texto, así como la foto. Me ha recordado a Johnny Cash, además de que me he visto en muchas de las líneas que has escrito. No sé, el caso es que me has llegado muy, muy hondo.
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