martes, 25 de noviembre de 2014

Que nadie corte tus alas...

Sus nocivos besos provocaban ardor en tus labios. Sus mentiras quemaban tus oídos y dañaban tu corazón. Sus palabras arañaban tu alma sin compasión...
Con cada uno de sus golpes te destrozaba. Fuiste prisionera de tu casa, rezabas en silencio para que por favor aquella noche no te pegara. Escondías tus moratones bajo varias capas de maquillaje para que tus hijos no se preocupasen por ti. Te avergonzaba salir a la calle cogidos de la mano, aparentando ser feliz. Pero por fin llegó el día en el que decidiste ganar la batalla, alzaste tu voz y dijiste BASTA.
25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Tu mayor defecto es no estar cada día a mi lado...

  Suena el teclado sordo. Nuestros pies descalzos se mueven al compás de una silenciosa balada. El tiempo no se detiene, no le interesa observar como nos miramos, no le preocupa lo que nos susurramos.
  Cierro los ojos. Es un bonito sueño...  Los pasos que me separan de ti son más de los que me gustarían. Me debes bastantes abrazos, me debes demasiadas visitas. No te culpo, no nos culpo, simplemente pasó. Caímos en esta red sin querer. Me hice adicta a ti, como quien lo es de la cocaína. Me aventuré en este juego sin ni siquiera buscarlo, y cuando me quise dar cuenta me vi encallada en la orilla de tu boca.
  Y es que el tiempo es demasiado para el que espera, y el que espera desespera. Pero seguiré aquí. Porque tal vez todos puedan oír tu voz, menos yo. Tal vez todos te vean sonreír, excepto yo. Quizá puedas divertirte con todos, siendo yo la excepción. Pero recuerda que puede ser que un día todos te fallen, y yo seguiré siendo la que se salta esa regla...


sábado, 15 de noviembre de 2014

Sin pausa, pero sin prisa.

 El frío le cala hasta el último hueso, tiene la sensación de estar andando descalza sobre el asfalto. El álgido aire que entra por su boca le pincha en los pulmones. El bullicio de la gente le molesta, el ruido de los coches la confunde. Ni siquiera el vaso de café que lleva en las manos le da sensación de calor. Además, ni siquiera el sabor de ese café le gusta. Los suyos eran los mejores, sabía la cantidad exacta de azúcar que debía echarle para crear el mejor café solo que había probado nunca. Desde entonces ese liquiducho negro le repugna. Trata de crear figuras con el vaho que sale de su boca, intenta pensar en otra cosa. Sin querer queriendo se enganchó a él; sin querer pero, a la vez queriendo, se enamoró. ¿Por qué en los cuentos de princesas nunca dicen que el amor es un asco? ¿Por qué nunca cuentan cómo acaba todo realmente? Y es que su corazón no tiene la sensación de estar feliz ni de estar comiendo perdices... A decir verdad, no tiene muy claro si su corazón continúa sintiendo. Con el olvido es con quien se quiere encontrar, necesita no añorar más aquella realidad.


domingo, 9 de noviembre de 2014

Dulce sensación.

Tratando de encontrar el mensaje subliminal de cada uno de sus silencios me encontré con su mirada. Mientras trataba de descifrar sus suspiros se enloquecieron mis latidos. Nadie dijo que fuese fácil, pero me gusta. Trato de buscar el equilibrio entre una locura y una cordura separada por la más delgada línea, en la que una sola mirada suya destruye la barrera construida. Llegó para revolucionar mis sentidos, para acelerar mis latidos. Y es que se ha convertido en mi pensamiento favorito.

Ser presa de sus sonrisas puede ser mi perdición...

sábado, 1 de noviembre de 2014

Escucha mi historia II

Tienes todos lo espacios inundados de tu ausencia, inundados de silencio.
-Maná.

   ¿Y si el tiempo no lo pudiese todo? Tal vez no sea cierto que con los días, los meses o los años vamos olvidando. Tal vez la creencia de que el tiempo cura cualquier herida no sea cierta.
Te autoconvences de que llegará el día en que todos tus pesares se hayan esfumado, y te haces fuerte. Pero no siempre es así. Hay veces en las que, cuando menos te lo esperas, la coraza que habías creado comienza a desmoronarse, y te percatas de que cada uno de tus problemas sigue ardiendo muy dentro de ti... Porque es complicado olvidar a quien amaste, o a quien te hizo daño. Porque no es fácil cicatrizar una herida profunda en la que se ha hurgado durante mucho tiempo. Porque tal vez el tiempo no ayuda a olvidar como pensamos, sino que coloca una pared traslúcida sobre aquello que nos deteriora el corazón para hacernos creer que ya no existe.
   Porque tú sigues aquí, tan presente como siempre. Tienes todos los espacio inundados de tu ausencia, inundados de silencio... Y no quiero que el tiempo te borre de mi memoria, ni que una muralla encarcele tu recuerdo. Porque te quiero y te necesito, y no permitiré que el paso del tiempo se llevo consigo el amargo sabor de tu partida.