Tienes todos lo espacios inundados de tu ausencia, inundados de silencio.
-Maná.
¿Y si el tiempo no lo pudiese todo? Tal vez no sea cierto que con los días, los meses o los años vamos olvidando. Tal vez la creencia de que el tiempo cura cualquier herida no sea cierta.
Te autoconvences de que llegará el día en que todos tus pesares se hayan esfumado, y te haces fuerte. Pero no siempre es así. Hay veces en las que, cuando menos te lo esperas, la coraza que habías creado comienza a desmoronarse, y te percatas de que cada uno de tus problemas sigue ardiendo muy dentro de ti... Porque es complicado olvidar a quien amaste, o a quien te hizo daño. Porque no es fácil cicatrizar una herida profunda en la que se ha hurgado durante mucho tiempo. Porque tal vez el tiempo no ayuda a olvidar como pensamos, sino que coloca una pared traslúcida sobre aquello que nos deteriora el corazón para hacernos creer que ya no existe.
Porque tú sigues aquí, tan presente como siempre. Tienes todos los espacio inundados de tu ausencia, inundados de silencio... Y no quiero que el tiempo te borre de mi memoria, ni que una muralla encarcele tu recuerdo. Porque te quiero y te necesito, y no permitiré que el paso del tiempo se llevo consigo el amargo sabor de tu partida.